Ser Iglesia con coraje
“Cuando la Iglesia pierde el coraje, entra en la
Iglesia la atmosfera de tibieza. Los tibios, los cristianos tibios, sin valor…
Aquello que hace tanto daño a la Iglesia, porque la tibieza te ensimisma,
comienzan los problemas entre nosotros; no tenemos metas, no tenemos coraje, ni
el coraje de la oración hacia el cielo y ni siquiera el coraje de anunciar el
Evangelio. Somos tibios… Y nosotros tenemos el valor de inmiscuirnos en
nuestras pequeñeces, en nuestros celos, en nuestras envidias, en las ganas de
hacer carrera, en el avanzar egoístamente… En todas estas cosas, pero esto no
hace bien a la Iglesia: ¡la Iglesia debe ser valiente! Todos nosotros debemos
ser valientes en la oración, desafiando a Jesús.”
Papa Francisco
03/05/2013
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